De aprendiz a ingeniero de mantenimiento y dos premios Hombres de Acero en Ternium Brasil. Ítalo Amaral, de 25 años, habla e inspira a los alumnos del Programa Educativo Roberto Rocca.
A sus 25 años, Ítalo Amaral es uno de los jóvenes que se destacan en Ternium Brasil. Ingresó a la empresa a través del Programa Trainee en 2018 y, aproximadamente dos años después, ocupa el cargo de Ingeniero de Mantenimiento, habiendo sido ya reconocido con su equipo en dos premiaciones del Hombre de Acero. Residente de Campo Grande y Licenciado en Ingeniería Mecánica por CEFET en Itaguaí, fue elegido para participar en una conversación con 20 jóvenes integrantes del Programa Educativo Roberto Rocca.
La iniciativa de Relaciones Comunitarias está dirigida a estudiantes de universidades públicas que estudian ingeniería y les ofrece una beca única de R$4.500 reales. El programa promueve títulos universitarios, valora la cultura del esfuerzo y la excelencia académica. “Ser parte de esta conversación es interesante porque, de alguna manera, crea un buen referente para los jóvenes que están participando en el programa”, dice Ítalo, orgulloso.
A sus 25 años, Ítalo Amaral es uno de los jóvenes que se destacan en Ternium Brasil.
–¿Cómo te sentiste con la invitación a participar en la conversación en línea con los alumnos del programa educativo Roberto Rocca?
–Estoy muy agradecido, me siento privilegiado de haber participado en un programa de desarrollo para jóvenes en Ternium, el Programa Trainee. Estar cerca de otros jóvenes y poder devolver lo que recibí es muy gratificante. Además, un buen número de jóvenes que participan en el Programa Educativo Roberto Rocca están estudiando en la universidad donde estudié ingeniería (CEFET-Itaguaí). Es muy bueno poder ver a la empresa involucrarse en la educación y carrera de otros jóvenes que viven en los alrededores.
–¿Qué impacto crees que podría tener la conversación en el futuro de los estudiantes?
–De alguna manera crea una buena referencia para los jóvenes que participan en el programa. Es lindo que las personas que han pasado por algo similar muestren a estos chicos un camino ante un escenario turbulento en el que vivimos, especialmente en materia de salud y economía. Probablemente quedará marcado en sus mentes y he visto resultados. Algunos ya se han contactado y enviado mensajes diciendo que se vieron impactados y que nuestra conversación cambió su perspectiva de la vida.
–¿Cómo es empezar a recorrer una trayectoria profesional y, al mismo tiempo, servir de referencia para los jóvenes que anhelan un espacio similar en el mercado laboral?
–Si tenemos un puesto de servicio, tanto en el trabajo como en la vida personal, el retorno económico y el reconocimiento sucederán gradualmente. Seguir una carrera y al mismo tiempo ser un referente para los jóvenes es el resultado de estar siempre con una mentalidad de servir.
Servir a la empresa, la comunidad, la ciudad y la sociedad en lo que podamos nos coloca como referencia. Estamos ganando espacio en el mercado laboral y 'tirando semillas' en el camino.
–¿Qué mensaje le dejarías a los jóvenes que comienzan una carrera en Ternium?
–Yo diría que es importante que nosotros, como jóvenes, tengamos en primer lugar la humildad. Humildad para reconocer que, aunque tengamos años de estudio, hay personas, independientemente del puesto de la empresa, con mucho que enseñarnos. La humildad es lo primero. Después, ponernos siempre a disposición del servicio. Entonces, seamos lo suficientemente humildes para reconocer los errores y la necesidad de crecer y mirar los problemas que nos rodean. Entender lo que está pasando, los procesos y estar disponible para contribuir en lo que somos capaces de aportar es fundamental. Entonces, la humildad y la voluntad de servir es lo que impacta y cambia la calidad de nuestro trabajo.