Mujeres en la industria del acero

Se desempeñan como operadoras en las plantas de Ternium del sur del Gran Buenos Aires. Sus historias sientan precedente: por primera vez se suma personal femenino para trabajar en las líneas de producción de Ensenada, Florencio Varela, Canning y Haedo.

Romina Laura Natale tiene 44 años y junto a Evelyn Denise Pedulla (25) y a Miriam Andrea Navarro (28) coinciden en ser técnicas y las primeras mujeres en desempeñarse como operadoras en las plantas de Ensenada, Florencio Varela y Haedo respectivamente. Se sumaron en el mes de septiembre y luego de sus ingresos, continúa incrementándose el cupo femenino en las líneas de todas las plantas del sur (Canning inclusive). Si se tienen en cuenta las operadoras de las plantas de Ramallo, Rosario y General Savio, son más de 27 las mujeres en esa posición en Ternium Argentina. En el caso de la última planta mencionada, 3 de ellas cuentan con más de 15 años de antigüedad en el puesto.

¿Cómo se postularon?

Miriam: Me postulé por Internet y no conocía la empresa, buscaba trabajo y se dio la oportunidad. Antes trabajaba como cajera, siempre tenía la idea de trabajar en fábrica. Mi papá y mi hermano trabajaron toda la vida en fábrica y pensé que a mí me gustaría también. El día que me llamaron me avisaron que era para Ternium. Ahí empecé el proceso de investigación y me gustó, esperé el resto de las entrevistas ansiosa, tenía ganas de estar y de pertenecer, y de trabajar de operaria en una fábrica.

Evelyn: Cargué mi cv en la página hace casi cuatro años. Conocía a la empresa por vivir a siete cuadras de la planta, es cerca y siempre me pareció un lugar interesante, pero la realidad es que no sabía bien qué hacían. Uno no toma real dimensión del lugar desde afuera.

Romina:  Conozco Ternium desde que era muy chica, mi papá, ya jubilado, trabajó como jefe de mantenimiento en Planta Ensenada desde los 30 años. Mi hermano hace 15 años que trabaja en el Decapado. Cuando conocí la fábrica con una visita a San Nicolás siempre me quedé sorprendida, quedó en mi recuerdo. Habré tenido 10 años. Hay una foto en casa que estoy buscando de esa visita. Siempre le pregunté a mi papá por qué no había mujeres acá, y él me decía que era imposible. Contacté a mucha gente de diversos lugares por mi cv, mis expectativas eran muy bajas, la industria gráfica en la que estaba venía mal, ahora se digitalizó todo, estaba todo atado a un hilo con el tema de la pandemia, desde el 19 de marzo que estaba buscando trabajo.

¿Qué pasó cuando dieron la noticia en sus hogares?  

Miriam: Estábamos re contentos, mi papá me decía “¡Viste! ¡Tanto que lo querías!”. Siempre le pedía que me llevara a la fábrica en donde él trabajaba y me contestaba que no se podía “porque somos todos hombres”. En mi casa me enseñaron sobre el sacrificio, el esfuerzo, el salir adelante, todo eso cuenta. El día del cumple de mi hija les di la noticia. Mi papá me pidió que tuviera cuidado, me dio consejos. También quiero eso que me diste para mis hijos, le dije.

Evelyn: Vivo con mi papá, mi mamá y mis tres hermanos, que son más chicos. Nadie se imaginaba que me iban a llamar, como había cargado el cv hacía tanto tiempo. Estaban todos sorprendidos. Y un día antes de entrar me enteré de que iba a ser la única mujer en el sector. 

Romina: A mi papá no le había contado nada sobre el proceso hasta tanto estar segura. Cuando llegó la confirmación, fui a su casa, después de hacerme el análisis médico, y como  me vio bien vestida y maquillada, me preguntó de dónde venía. Le contesté que había conseguido trabajo. Cuando le dije que era en Ternium le brillaron los ojos, no lo podía creer. Me felicitó. Es un regalo que le puedo estar haciendo a él. Le gustaba mucho su trabajo. Eso nos llegaba a nosotros. A Ternium lo siento un legado que me dejó mi papá. Estar acá es un sueño para mí.

¿Cómo fue el primer día de trabajo? ¿Cómo las recibieron?

Miriam: el primer día en planta estuvo bien, sólo teníamos que estar en capacitación y bueno, soy ansiosa, quería tocar y hacer algo, hacer todo, sentía la emoción, estaba contenta. Me recibieron muy bien, todos atentos, mis compañeros y gente que no es del sector celebró mi incorporación. Me desearon muchos éxitos. Me gusta todo lo que hago.

Evelyn: El primer día vine nerviosa, pero me trataron tan bien que en seguida se me pasó. Me explicaron cómo tenía que embalar, qué llevaba cada paquete, las medidas de seguridad, por dónde se puede caminar, por donde no, estuve observando. Me gusta lo que hago. Los compañeros son buenos, me recibieron bien, me explicaron todo lo que tenían que explicarme. Hace poco entró otra chica que ya estuvo conmigo, la acompañé a ella durante su primera semana, también en el sector embalaje.

Romina: El primer día cuando llegué me recibió el gerente, el líder, los chicos del sindicato metalúrgico en donde ya estoy afiliada, siempre brindándome tranquilidad y diciéndome que van a estar cuando lo necesite. Gente maravillosa que me trata con mucho respeto. Sentir que te reciben así es impagable. Estoy feliz, me encanta.