El equipo de Colada Continua se encuentra tomando medidas con el objetivo de reducir el consumo de grasas en el área y, por consiguiente, avanzar en la preservación del medio ambiente.
Desde el año pasado, el proyecto que inició el ingeniero Reginaldo Pinheiro, y posteriormente reforzado por los equipos de Mantenimiento y Turno de Colada Continua, redujo en un 50% el consumo de las grasas de los segmentos. El resultado se construyó a partir de mejoras en los procesos de mantenimiento, capacitación y concientización de los equipos del área, además de una readecuación del proyecto.
"El principal enfoque del proyecto fue el uso de una grasa más consistente, de modo que se pudiera utilizar durante más tiempo, generando una disminución en el consumo", explica Reginaldo Pinheiro. No obstante, señala que se tuvo que estructurar muy bien la reducción, pues no siempre el proyecto del equipo proporciona esa posibilidad de aplicación de la grasa.
Según los cálculos, la reducción del 50% también evitó el consumo y el desecho de 75,6 toneladas de grasa al año. Se trata de un avance importante dado que, de no desecharse correctamente, los lubricantes pueden causar diversos daños al medio ambiente como la contaminación del suelo y del agua.
Victor Avalos, practicante y aprendiz de Colada Continua, explica que la capacitación y concientización de los equipos se enfocaron en dos puntos: reducir el consumo y evitar el desecho de las grasas, lo cual puede causar daños al medio ambiente.
Asimismo agrega: "Las capacitaciones también sensibilizaron con respecto a los equipos y las posibles causas de pérdida de grasa por derrames y contaminación, entre otros".
El área llegó a consumir 71 tambores de grasa al mes. En febrero, ese número se redujo a 42 y la proyección para este año es llegar a 36. Además de estos, se están estudiando nuevos sistemas de lubricación y nuevas posibilidades de lubricantes con la intención de reducir aún más el consumo específico y aumentar el desempeño del proyecto.