El acero es fuerza y resistencia. Está asociado a la construcción de infraestructura para estadios y recintos olímpicos, pero también participa de materiales y elementos deportivos claves para las más diversas disciplinas.
En equitación, se utiliza acero en herraduras para una óptima adherencia al casco, así como en estribos y tachuelas aptas para actividades competitivas.
En gimnasia, el acero se utiliza en los trampolines, otorgándoles el rebote necesario.
En vela, el acero fue uno de los materiales que contribuyó al avance de esta modalidad, con presencia de acero en la mayoría de los equipos como cables, cabrestantes, mosquetones, anclas, entre otros.
En esgrima, el acero está presente tanto en las armas utilizadas como en los uniformes. Las chaquetas, chalecos, guantes y máscaras que utilizan los esgrimistas están fabricados con malla de acero, lo que asegura la resistencia mecánica y la protección contra golpes.
En el ciclismo olímpico el acero está presente en elementos que necesitan material resistente, suave y liviano como los cables de freno.