Un repaso por la agenda de inclusión de género desde la voz de algunas protagonistas.
Las ocho protagonistas
Agostina Longarzo. Es Ingeniera de Procesos de la Línea de Pintado. Se recibió de Ingeniera Química en la Universidad Nacional de La Plata. Hace más de 5 años que trabaja en Planta Canning. Nació en Esquel (prov. de Chubut) y vive en Capital Federal.
En su tiempo libre, es escaladora. Adora la montaña.
Nora Mucciolo. Es Prevencionista de Seguridad e Higiene. Hace 4 años que trabaja en Serviacero III. Estudió la Tecnicatura en Seguridad e Higiene y está finalizando la Licenciatura en la misma especialidad. Vive en Guerrico, a 60 km de Planta. Tiene 2 hijos. El más pequeño se llama Vicente, tiene 4 meses, es lactante y es por ello que ella estrenó la sala de lactancia en Planta.
Miriam Navarro. Es Operadora en Planta Haedo. Forma parte del grupo de las “pioneras”, las primeras mujeres que ingresaron en las Plantas del Sur a trabajar en la línea de producción. Tal como ella dice “produzco con mucho orgullo chapas acanaladas que van directo al cliente y para stock”. Trabaja en turno rotativos. Ingresó en septiembre de 2020. Vive en Rafael Castillo, a media hora en auto de la Planta. Practica natación.
Romina Natale. Es Operadora de Decapado en Planta Ensenada. Junto con Miriam, integra la camada de las pioneras del Sur. Ingresó hace más de 1 año. Está muy contenta con el abanico de posibilidades que Ternium ofrece. Trabaja en turnos rotativos. Cuando tenía 10 años visitó Planta General Savio por primera vez, de la mano de su papá, quien había trabajado durante 15 años en Mantenimiento en Planta Ensenada.
Marianny Perdomo. Es Técnica Activadora de órdenes. Brinda apoyo a las líneas de programación de la producción y despacho. Nació en Venezuela. Llegó a Argentina en el 2019. Hace un año que trabaja en Ternium. Sus comienzos en Planta Ensenada fueron como Despachante de Bobinas. Hoy se desempeña en Florencio Varela. Destaca que su día empieza y termina con una sonrisa.
Debora Vega. Es una de las primeras Operadoras de auto elevador y grúa en Planta Sidercrom (Ramallo). Estudió en la Escuela Técnica 6 e hizo pasantías en Planta. Transporta paquetes de Hojalata de unos 1.700 kilos cada uno.
Yulia Vargas. Hace un mes y medio que trabaja en Ternium. Es Ingeniera Electricista, nació en Venezuela. Se postuló a través de LinkedIn para cubrir su actual posición. La mayor parte de su tiempo lo destina al trabajo de campo en Planta Rosario.
María Laura Fernández. Es Licenciada en Administración de Empresas, este mes cumplió 24 años en Ternium, tiene cuatro personas a cargo y se desempeña como Responsable del área de Programación y Despachos de Planta Rosario.
¿Cómo ven hoy la inclusión de las mujeres en Ternium Argentina?
Miriam Navarro: Veo genial que se sigan sumando. Desde que ingresé, siempre esperaba que fuéramos más chicas. Fue algo que se dio de forma pausada pero ahora somos más. Algunas empezaron para cubrir vacaciones y se quedaron.
Soy la única mujer. Mi miedo no era si yo me iba a poder adaptar a ellos sino si ellos se irían a sentir cómodos trabajando conmigo. Nos adaptamos muy bien. Tenemos un vestuario femenino en planta ahora, fue terminado el año pasado, a fines de diciembre.
Agostina Longarzo: Las mujeres (por cultura ó por necesidad) siempre estamos asumiendo una carga mental mucho mayor que la de los hombres. Incluso aunque las tareas se compartan con los hombres, está comprobado que la maternidad tiene una carga física e intelectual mucho más alta, sobre todo durante los primeros años. Por parte de la empresa hay muy buena voluntad para disminuir la brecha de género. No obstante, en posiciones de mayor jerarquía ó en las mesas chicas donde se toman las decisiones la participación femenina es muy baja. Es muy común en el mercado laboral y Ternium no es la excepción. Los motivos por los que las mujeres no alcanzamos posiciones de poder tan fácilmente como los hombres son culturales, podemos nombrar el famoso "techo de cristal" ó el constante "mansplaining". No es fácil romper con tantísimos sesgos culturales que cargamos todas las personas. Pero la compañía hace un esfuerzo por disminuirlo. Queda mucho trabajo por hacer, pero lo estamos transitando.
Romina Natale: Para todas hay oportunidades. En mi caso, va a llegar el momento en el que sepa manejar toda la línea. A medida que se den otros cambios y continuemos evolucionando, vamos a seguir mejorando.
Nora Mucciolo: Actualmente somos cerca de 10 chicas, entre la Jefa, las Operarias y las Ingenieras en Ramallo. El número fue creciendo. Las instalaciones también están adecuadas. En mi caso, estuve usando la sala de lactancia, me parece excelente por la comodidad que uno tiene para poder venir a trabajar tranquila y sostener la lactancia. Es un cambio muy positivo. La sala está ubicada muy cerquita, entre Serviacero y Sidercrom. Soy la única que la usa en este momento.
María Laura Fernández: Tenemos objetivos súper desafiantes, que todos los meses van cambiando. La única forma de concretarlos es mediante el trabajo en equipo que implica precisamente la diversidad, pero no sólo de género, sino de puntos de vista, nacionalidades, elecciones, formas de vida. La diversidad enriquece. Eso es algo que la empresa viene promoviendo desde hace mucho tiempo y es la única forma de lograr los resultados.
Yulia Vargas: Antes de ingresar, mi temor era que no me contactaran por ser mujer y sabía que competía con otras personas. La realidad me demostró que al competir, no hubo diferencias y que fui incorporada por tener el perfil que estaban buscando para el puesto. Fui muy bien recibida en el sector. Estoy dando lo mejor de mí. Una como mujer no debiera tener limitaciones. Espero poder aportar para que el producto final siga siendo lo que es.
¿Recomendarías a Ternium como un lugar para trabajar?
Agostina Longarzo: Sí. Celebro que haya cada vez más mujeres ocupando posiciones en la industria y en las áreas más duras. Trabajé con pasantes mujeres y se nota mucho la diversidad en las oficinas y en las áreas operativas también. La inclusión de la mujer es importante para poder sumar un espectro de análisis y revisión de temas que podrían estar dando soluciones más holísticas a ciertos problemas. Esa inclusión se tornó algo cotidiano y esta industria no es más que una representación de lo que se vive en la sociedad.
Considero que la empresa tiene una visión de oportunidades bastante igualitaria para ambos géneros. Eso hace que uno tenga ganas de crecer y de progresar.
Romina Natale: Si, obvio. Es genial el tema de la inclusión porque se abrió mucho la cabeza de las personas. El cambio generacional es muy grande y la gente más joven ya lo trae incorporado. No siempre la inclusión es igualdad.
Todos somos diferentes tanto física como intelectualmente. No tengo la misma fuerza que tiene un hombre pero aplico técnicas para poder lograrlo. La fábrica (repito) es un abanico de posibilidades.
Nora Mucciolo: Sin dudas recomendaría este lugar para trabajar. Es cómodo para las mujeres, realizamos tareas que podemos hacer y contamos con vestuario. El trato es excelente. Antes de ingresar a Ternium trabajaba en firmas contratistas. Mi esposo es empleado de comercio y nos organizamos con la vida familiar, el colegio, el cuidado del bebé y las tareas de la casa.
Debora Vega: A una mujer que considera trabajar en esta industria, le diría que se anime. Hoy la empresa brinda todas las oportunidades laborales y además te da las herramientas para crecer.
Marianny Perdomo: Sí, Ternium es mi segundo hogar. Es ganar y ganar, lograr convertir las debilidades en fortalezas. Me gusta fomentar el trabajo en equipo, darle una mano a mis compañeros, fuerza y ánimo. El rendimiento de un indicador se mide con el equipo de trabajo, nunca nada es eficiente sin las personas. El compañerismo es muy importante.