Juan Javier Castellanos cumple más de tres décadas de trabajo constante en Planta Manizales y hace parte de la historia misma de la compañía en la capital caldense.
Cuando se está cerca de cumplir 31 años de trabajo en una empresa, son muchas las historias que se tienen; se vive el presente y se ve claro el futuro. O si no, que lo diga Juan Javier Castellanos, de Ternium Manizales, quien ingresó en abril de 1991.
A él, le tocó comenzar con la compañía en la capital caldense, desde que esta apenas proyectaba una meta de producción de mil toneladas al mes; y hoy produce 20 mil.
“Entré a hacer el montaje eléctrico del horno de electricidad. En ese tiempo era lo único que había aquí. Luego me encargué de hacer el montaje de laminación del Tren 1, que fue el primero; y me quedé a cargo del mantenimiento eléctrico”; así recuerda Castellanos cómo arrancó su vida laboral en Planta Manizales.
Su familia y grandes pasiones
En su familia, el amor y la unión siempre están presentes en todo momento. De su esposa Margot, con quien lleva 32 años de casados, nunca olvida el incondicional apoyo que le brindó cuando apenas comenzaba en la empresa, y él quería ser un profesional.
Gracias a ella y a la empresa, y a sus compañeros también, aclara, pudo sacar adelante su carrera de ingeniero electrónico. No quería quedarse solamente con el título de tecnólogo en automatización industrial.
Igual, ahora cuenta con orgullo que su esposa fue enfermera toda la vida, y que sus dos hijas, que complementan el hogar, Gina y Jimena, son profesionales también.
“Nosotros vivimos muy bien, somos una familia muy cariñosa, nos acompañamos. Es muy grato, muy cálido tener un hogar así, como el mío. Yo vivo muy feliz”. asegura.
Adicional, Juan Javier es un hincha incondicional del Once Caldas y no se pierde partido en el estadio.
Su trayectoria profesional en Ternium
“Una vez me gradué como profesional, la empresa me ascendió a Jefe de Mantenimiento Eléctrico; luego llegué al cargo de Jefe de Servicios, que ocupo actualmente. Soy el responsable de todas las “utilities” de la compañía: energía, agua, gas, aire comprimido, grandes motores; adicionalmente, me encargo del Área de Almacén, Metrología e intendencia”, explica.
Una empresa local con respaldo internacional
Juan Javier cuenta que la internacionalización de la empresa, con la llegada de personal extranjero, con nuevos conocimientos, ha sido también una experiencia maravillosa para él. “Es un enriquecimiento técnico invaluable, se aprende mucho cada vez que alguien llega aquí”.
Agrega, que “el intercambio con personal extranjero, es un aprendizaje para trabajar mucho mejor; con la seguridad que se requiere, que es nuestro propósito en Ternium. Porque se pueden ejercer las labores con seguridad, hacerlas bien y lograrlas a tiempo. Pero eso se consigue con el apoyo de todo el equipo de trabajo. En cuestión de seguridad, somos más fuertes cada día”.
Juan Javier Castellanos, a sus 31 años de labores en Ternium, mira el futuro de frente; con la experiencia que ha ganado y el liderazgo que se le reconoce en su entorno de trabajo: “Buscamos hacer la labor más fácil todavía, para que la compañía y nosotros crezcamos juntos”, concluye.