Para generar el efecto, se produjeron 1.865 portadores distintos de acero, lo cual implica un enorme desafío al momento de diseñar, fabricar y montar.
El centro de entretenimiento en vivo que abrirá sus puertas el 1 de noviembre bajo el nombre “Movistar Arena” utilizó 120 toneladas de acero Ternium para darle una identidad única a su fachada exterior.
Un cuerpo paramétrico envolvente de puro acero Ternium será la cara visible del nuevo estadio cerrado e insonorizado, al nivel de los mejores del mundo en cuanto a calidad acústica y equipamiento, que tendrá la ciudad de Buenos Aires. El estadio cuenta con capacidad para 15.000 personas y tecnología de última generación, y su ubicación estratégica en el barrio de Villa Crespo permitirá el acceso a través de la red de transporte público, promoviendo la movilidad sustentable.
El proyecto original contemplaba un producto importado para su fachada. Al momento de buscar una solución local, Grupo MSH, cliente de Ternium Argentina, realizó una propuesta disruptiva que implicó un cambio radical, logrando el impacto visual deseado. Para ello, se basaron en un desarrollo paramétrico materializado con Cincalum y acero galvanizado Ternium.
“Pensamos en un producto como el Cincalum prepintado para dar una respuesta competitiva, pero a la vez perdurable en el tiempo y de bajo mantenimiento”, dice Gonzalo Salse, Presidente de Grupo MSH, empresa de la cadena de valor de Ternium que realizó la propuesta técnica, ingeniería y montaje de esta parte del proyecto, como así también de los revestimientos interiores de las áreas gastronómicas. En base a esta idea propusieron una fachada paramétrica que resultó en un volumen de acero envolvente de 120 toneladas con la clara intención de otorgarle identidad institucional al edificio, pero también con una función práctica: proteger el hormigón de quebraduras por exposición directa al calor
del sol.
Grupo MSH, empresa de la cadena de valor de Ternium, realizó la propuesta técnica, ingeniería y montaje de la fachada.
La parametricidad es un algoritmo que, cumpliendo determinadas condiciones, permite copiar una imagen. En este caso lo que se refleja en el acero es una imagen de agua, de allí la idea de movimiento que se percibe como resultado final. “Se ensayaron varias fotografías y esta fue la que el Estudio Minond, director del proyecto, aprobó”, detalla Salse. Y destaca: “Estamos orgullosos de haber llevado adelante una propuesta tan osada, y concretar un diseño de estas características gracias al trabajo de un gran equipo de profesionales. Es importante entender que para generar el efecto, se produjeron 1.865
portadores distintos, lo cual implica una enorme complejidad al momento de diseñar, fabricar y también de montar. Desde MSH estamos convencidos de que en nuestro país tenemos los recursos tecnológicos, la creatividad y la capacidad técnica para hacer posible proyectos disruptivos con la misma impronta que
se harían en el resto del mundo y esta obra es un ejemplo de ello”.
La obra se realizará en dos etapas: la primera finalizó el 25 de octubre, retomando actividades de montaje en enero de 2020 para finalizar a mediados de febrero.
Una vez más, la versatilidad del acero de Ternium permite a los profesionales del diseño y la construcción la posibilidad de romper el molde aportando soluciones innovadoras y sustentables para transformar la iconografía local y delinear la ciudad del futuro.