Una imagen del Centro Industrial Ternium en Pesquería, México
En febrero de este año Ternium anunció su nueva estrategia de descarbonización: el objetivo a mediano plazo es reducir la intensidad de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en un 20% para 2030.
El Reporte de Sustentabilidad 2020 explica a detalle la ruta de descarbonización de Ternium, uno de los pilares de la estrategia de cambio climático. Junto con las iniciativas para garantizar el uso responsable de los recursos naturales, la promoción de operaciones seguras, y la protección de la biodiversidad, trazan el camino para minimizar la huella ambiental.
El desempeño y los esfuerzos de Ternium por el desarrollo sostenible en 2020 fueron reconocidos por la Asociación Mundial del Acero (worldsteel), que por tercer año consecutivo distinguió a la empresa como una de sus Sustainability Champions, o Campeones de la Sustentabilidad, en español.
¿Cómo alcanzar el objetivo para 2030?
El año pasado la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono calculada para la producción de acero crudo (de alcances 1 y 2) fue de 1.7 toneladas de CO₂ por tonelada de acero producido. Para lograr la reducción del 20% de la intensidad de emisiones durante la siguiente década se estableció un plan de acción que incluye:
- Aumentar la participación de fuentes renovables en la mezcla de energía
- Incrementar el uso de chatarra en la mezcla metálica
- Expandir la capacidad de captura de dióxido de carbono en el proceso de HRD
- Sustituir parcialmente el carbón metalúrgico por biomasa
- Continuar el desarrollo del programa de eficiencia energética de Ternium
- Priorizar las tecnologías de fabricación de acero de bajas emisiones específicas
- Asociaciones con proveedores de materias primas para reducir emisiones en los procesos
- Supervisión trimestral de la estrategia de cambio climático por parte del Consejo Directivo
Después del 2030, ¿cuál es el siguiente paso?
Alcanzar el 20% de reducción de la intensidad de emisiones será un hito en el camino hacia una economía baja en carbono. La continuación de este proceso después de 2030 estará ligada a los siguientes factores:
- Desarrollo de nuevas tecnologías de fabricación de acero de bajas emisiones de CO₂
- Perspectiva de crecimiento en la disponibilidad de chatarra para reciclaje
- Disponibilidad suficiente de energía renovable
- Establecimiento de un marco normativo para la transición a tecnologías libres de carbono, que promuevan el comercio justo
La acería de Ternium en su planta en Río de Janeiro, en Brasil.
Hidrógeno verde: combustible libre de emisiones
Como parte de la estrategia ambiental, Ternium promueve el desarrollo de la industria de hidrógeno verde: esta propuesta busca obtener hidrógeno mediante procesos no contaminantes, como la electrólisis, para convertirlo en una fuente de energía limpia.
Desarrollar esta industria es clave para la implementación exitosa de una economía de bajo carbono, y gracias a su potencial para la generación de energía renovable, México, Brasil y Argentina se encuentran bien posicionados para producirlo.
Dos empresas afiliadas a Ternium la asisten en esta transición: Tenova, con el desarrollo de equipo de captura de carbono y quemadores a base de hidrógeno, y la unidad de Negocio de Transición Energética de Tecpetrol, con el desarrollo de infraestructura de hidrógeno verde e instalaciones de captura y almacenamiento de carbono.
Sofisticado, resistente y liviano: así es el acero del futuro
El acero es infinitamente reciclable. Eso, junto con su gran desempeño y la abundancia de materia prima para su producción, lo posicionan como un material básico para crear una economía circular de bajo carbono.
Ternium está desarrollando una ruta de producto que incrementará la oferta de productos de acero sofisticados, con estructuras más fuertes y livianas y con una menor huella de carbono. Estos nuevos productos son esenciales para industrias como la automotriz, ingeniería, energética y transporte.
¿Qué más se puede hacer para minimizar la huella ambiental?
En 2020 Ternium invirtió un total de $37 millones de dólares para reducir su huella ambiental.
Además de las estrategias para lograr el objetivo de descarbonización, en febrero de 2021 la empresa también anunció un plan de inversiones ambientales por 460 millones de dólares, principalmente para proyectos en las plantas de México, Brasil y Argentina.