Eduin Gándara, llegó a Ternium a cubrir una licencia de solo tres meses, ahora luego de 10 años es Líder de Mantenimiento Eléctrico en el CIT Palmar de Varela y se ha convertido en un modelo de crecimiento en Ternium.
Gándara tiene 33 años, y su trayectoria comenzó en el 2012, cuando llegó a la Planta de Barranquilla a cubrir una licencia; aunque meses después siendo técnico electrónico, la empresa lo vinculó a sus operaciones al notar que cumplía con el perfil para ser parte de la compañía.
Durante su crecimiento en la empresa resalta el programa de Plan Carrera, el cual ha sido totalmente indispensable para aplicar a las convocatorias internas de la empresa. “Es un programa con un plan de formación muy completo y se enfatizó puntualmente en temas de acuerdo con mi rol, sin embargo, aprendí mucho en la parte mecánica y de instrumentación. Lo que más me gusta del Plan Carrera es que te lleva a la realidad de la operación y te ayuda a cambiar la perspectiva sobre cómo afrontar las dificultades que se puedan presentar en la planta, cosas que no se aprenden en la universidad”, resaltó Eduin.
El proceso en Ternium ha sido muy satisfactorio para él, cuenta que hasta ahora ha participado en dos convocatorias internas, las cuales ha ganado; la primera como Inspector de Mantenimiento en el 2015 y la segunda como Líder Eléctrico de Mantenimiento en el 2019, cargo que desempeña actualmente en el CIT Palmar de Varela.
Al tiempo de estar asumiendo su nuevo rol, le llegaron con la noticia a Eduin de que lo enviaban a Udine en Italia, a casi 9.000 Km de distancia de su hogar. En ese entonces, él se encontraba apoyando toda la parte eléctrica de lo que sería después el nuevo centro industrial de Ternium en Palmar de Varela, Atlántico; era uno más en el equipo que trabajaba allí con expertos italianos, encargados de instalar allí el complejo eléctrico.
Sin embargo, el equipo de trabajo de la Gerencia de Ingeniería de Ternium consideró que no era suficiente en ese momento la supervisión que se daba desde el proyecto. Por eso tuvo que viajar por primera vez a Europa, a aprender y supervisar todo sobre el customizado de los equipos que se encontraban en Italia y viajarían a Colombia para el proceso del CIT en Palmar de Varela.
“Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, era la primera vez que salía del país, y con semejante oportunidad, no sabía el idioma y tuve mucha ansiedad con el viaje. Creo que mi inexperiencia se notó en el aeropuerto de allá, la policía aeroportuaria me detuvo para hacer un chequeo, me pasaron por Rayos X y me preguntaron de todo, pero me tranquilice y no paso nada mas”, cuenta Eduin entre risas.
En esos momentos de emoción y confusión, recordó a su papá que siempre le enseñó a ser correcto en sus actuaciones, en su trabajo; a ser transparente, sencillo y honesto; y por eso entendió que la vida le estaba dando su recompensa.
“Estando allí tuve que ubicarme en un lugar desconocido, me fui con mi español popular de la Costa Atlántica, pero me hacía entender con frases cortas en italiano, igualmente, el idioma eléctrico es el mismo en Colombia y en Italia, así que no fue mayor contratiempo. Me puse positivo y solo pensaba que esta era una nueva oportunidad en mi vida y que debía dar lo mejor de mi.”, dijo Gándara.
Para Eduin la experiencia de participar en la consecución del proyecto del CIT Palmar de Varela, es una de las cosas que mas destaca, lo ha enriquecido en su profesión, ya que el ascenso a Líder de Mantenimiento Eléctrico lo inició allí, lo que fue muy retador para su formación. Su aprendizaje ha sido integral gracias al trabajo en equipo que ha tenido con sus colegas, personas que son guías en su día a día, por su alto nivel de experiencia y conocimiento.
Ternium le ha permitido conocer a compañeros de distintas regiones de Colombia y hacerse muy amigo de ellos, aclara. “Trabajo con personas de Manizales, Cali, Medellín. Todos son muy amigables. Con todos me va muy bien, porque el apoyo en la planta es mutuo. Tenemos un buen ambiente de trabajo”, dice.
Sin embargo, cuando se le cuenta que los compañeros lo reconocen como a una persona servicial, responsable y sencilla, siempre atento a las necesidades de los otros, lo considera como parte de su vida; “porque eso nos enseñó mi papá Emiro a mis otros dos hermanos y a mí; ser buenas personas siempre traerán buenas cosas”, expresa Eduin.
Y es que es así, Gándara es un hombre sencillo, tanto en su vida laboral como en su vida personal. De su cotidianidad cuenta que aprovecha sus días de descanso para estar en familia con su esposa Mónica, con la cual lleva mas de ocho años de casados; y también con sus tres mascotas, Tequila, Galilea y Cuman, dos hembras y un macho labradores que son los consentidos de la casa.